Yerko Iván Callisaya Delgado - Instituto de Investigaciones Sociológicas “Mauricio Lefebvre”
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En este espacio se difunden trabajos de los estudiantes de Sociología de la UMSA que tienen un componente de investigación, con el propósito de alentar el desarrollo de habilidades de escritura en la idea de que esta práctica está íntimamente relacionada con el pensamiento crítico y creativo.
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UNA VICTORIA SUFRIDA[1]
Yerko Ivan Callisaya Delgado [2]
Hay muchas historias que todavía no han sido contadas. Teoponte, lugar en el que en 1970 se desató una guerra de guerrillas que enfrentó a partidarios de la izquierda y a soldados del ejército, es una de ellas. Hablar de este conflicto desde la perspectiva de mi tío abuelo[1], que fue soldado del ejército, es importante porque muestra una faceta desconocida y vulnerable de la milicia. El ejército, una institución poderosa y temida que respaldaba al dictador de turno, sufrió al combatir a los guerrilleros en Teoponte. Afirmo esto a partir de tres razones cruciales. Primero, el espacio geográfico en el que se desarrolló el conflicto era dificultoso para combatir a los guerrilleros por ser una selva montañosa. Segundo, el miedo a matar y el miedo a morir pusieron entre la espada y la pared a los soldados. Y, finalmente, la comida era escasa pues comían poco y solo una vez por día.
Este ensayo se sustenta en la información obtenida del libro de Carlos Mesa Gisbert: Historia de Bolivia. También se usará el libro de Wilson Levandro Layme: Guía de Historia de Bolivia. Sin embargo, la fuente principal de esta investigación fue la entrevista que tuve con mi tío abuelo Miguel Delgado Ali (el día viernes 1 de junio de 2018), quien participó de esta guerra de guerrillas en Teoponte, durante aproximadamente cuatro meses.
En primer lugar, el espacio geográfico en el que se desarrolló el conflicto era dificultoso para combatir a los guerrilleros por tratarse de una selva montañosa. Teoponte es un lugar conocido por sus altas temperaturas. El lugar se encuentra ubicado a 270 kilómetros de la ciudad de La Paz y se halla a 393 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un municipio boliviano que es la octava sección municipal de la provincia Larecaja, en el departamento de La Paz.
Sin embargo, los soldados no desconocían esa información. Tiempo antes de ser trasladados a Teoponte, la tropa tuvo una revista militar[2] que cambió de modo determinante las cosas. “Un día nos llevaron a un lugar parecido a Teoponte, no sé exactamente donde fue, pero estuvimos allí dos semanas” (Miguel Delgado Ali, 1 de junio del 2018)[3]. Los aspectos importantes que aprendieron los soldados en esa revista militar fueron dos. Primero, adaptarse al clima caluroso de la zona. Esto les costó bastante porque ellos estaban acostumbrados al clima frío del Altiplano. La mayoría de los soldados pudo adaptarse al clima rápidamente y por eso hubo pocos soldados enfermos. Segundo, aprender cómo actuar en el terreno montañoso. La forma de actuar, en este terreno, es saber camuflarse muy bien porque es un lugar con muchos escondites.
En segundo lugar, el miedo a matar y el miedo a morir pusieron entre la espada y la pared a los soldados del ejército. Antes de ir a este conflicto, los soldados sabían que los guerrilleros eran un pequeño grupo y que ellos (el ejército) eran 10 veces más. Al momento de llegar a Teoponte, la voz de mando del comandante de la tropa ordenaba “aniquilar o hacer prisioneros a los guerrilleros”. Esta voz de mando dejó abrumados a todos: “No sabíamos que hacer”. A los soldados no les quedó otra que obedecer para sobrevivir. Esta voz de mando se mantuvo desde el principio hasta el final de la batalla. “Entre nosotros había católicos, cristianos, ya sea del campo o la ciudad”. El tener que matar debió ser muy duro para un cristiano; pero no había otra salida para poder vencer.
Sin embargo, este miedo se vio expresado en combates pequeños de esta guerra de guerrillas. En un primer combate, hubo muertos del lado de los guerrilleros y pocos heridos de lado de los soldados del ejército. En este primer combate, mi tío abuelo y sus compañeros supieron que los guerrilleros no contaban con equipamiento adecuado porque los prisioneros captados por el ejército contaban con poca munición, y que su alimentación era la peor, porque los cuerpos de los guerrilleros que murieron estaban sumamente desnutridos. Solo se trataba de esperar la caída del grupo guerrillero. “Nosotros sabíamos que en cualquier momento se les acabarían sus municiones y alimentos, y que era ahí el momento en el que debíamos actuar”. El segundo combate (después de varias semanas del primero) se dio porque el ejército encontró a los guerrilleros en una cueva (lugar en el que habían instalado su refugio). La forma de actuar fue muy rápida por parte del ejército, este combate no duró mucho. El ejército se encontraba con la mayoría de su tropa y el grupo guerrillero solo tenía a unos cuantos. Los guerrilleros fueron aniquilados y otros fueron hechos presos. En este combate sí hubo muertos y heridos del ejército, muy pocos pero hubo, porque fue un combate frente a frente. Entre los muertos, uno era miembro de la escuadra a la que pertenecía mi tío abuelo. “Me quedé como un tonto mirando como morían mis camaradas, sin poder hacer nada”. Los cuerpos de estos miembros del ejército fueron llevados por un Hino[4], junto a los heridos, hacia la ciudad de La Paz. En ese momento, el ejército imaginó que quedaba una muy pequeña cantidad de guerrilleros y que era cuestión de esperar para que la batalla terminara. Aquí, nuevamente quiero recalcar que los soldados sufrieron bastante al tomar la decisión de matar para sobrevivir; estos jóvenes no hacían más que obedecer a su superior y servir en su servicio militar obligatorio.
Y, finalmente, la comida era escasa pues comían poco y solo una vez por día. “La comida nos daban en medianos vasos y esto debíamos hacer que nos dure para todo el día”. La comida para los soldados del ejército consistía en una sopa y era la misma que recibieron desde el principio hasta el final de la batalla[5]. Por la poca cantidad de comida que les daban, hubo muchas contiendas entre compañeros del ejército; ellos peleaban solo por tener un poquito más de comida. “El más pendejo comía mas o menos bien, mientras los demás estaban muriendo de hambre”. Los soldados, poco a poco aprendieron a conservar y a hacer que les dure la poca alimentación que les daban.
Sim embargo, el ejército sabía que las primeras semanas tenían que llegar víveres (maíz, harina, sal y turriles con agua) para que los soldados puedan sobrevivir hasta derrotar a los guerrilleros. El ejército sufría tanto de hambre que no calculaba la administración de los víveres, siempre los terminaban antes de que los nuevos víveres llegaran. “Ya ni sabíamos en qué fecha estábamos”. Pasaban los días y cada vez estaban más flacos los soldados, pero sus ganas de sobrevivir a esta batalla fueron más grandes. Este fue el punto en el que más sufrieron los del bando del ejército.
Estas tres razones fueron cruciales para entender cómo sufrió el ejército en la guerra de guerrillas de Teoponte. Se ve claramente que no fue nada fácil, a pesar de su superioridad. “Si así sufrimos nosotros, debió de ser mil veces peor lo que sufrieron ellos (los guerrilleros)”. Estos soldados tuvieron el valor suficiente para sobrevivir a esta batalla. Ellos solo pensaban que la contienda terminaría pronto y que después estarían en sus casas, con sus familias. Para toda mi familia y para mí, mi tío abuelo es un gran ejemplo por el valor que tuvo. Para mí, es un honor escribir esto.
Fecha de publicación: 26 de junio de 2020
[1] Su nombre es: Miguel Delgado Alí, nació en la ciudad de Uyuni (Potosí-Bolivia). Se encontraba realizando el servicio militar obligatorio, en el momento que participó de la guerra de guerrillas de Teoponte.
[2] Revista militar: examen individual que se hace del número de soldados, de su instrucción y del estado de su vestuario y armamento.
[3] En el presente trabajo, todas las citas textuales corresponden a la entrevista realizada a Miguel Delgado Ali el 1 de junio del 2018 en la ciudad de Uyuni (Potosí, Bolivia).
[4] Hino: vehículo militar.
[5] Esta comida fue la (sopa de lawa de maíz).