Fidel Rojas Álvarez - Una mirada exploratoria desde la demografía - Instituto de Investigaciones Sociológicas “Mauricio Lefebvre”

TEXTOS DE INTERÉS

Una mirada exploratoria desde la demografía[1]

Fidel Rojas Álvarez[2]


La pandemia del covid 19 está afectando fuertemente a todos los ámbitos de la sociedad; la cantidad de infectados ha provocado altos niveles de mortalidad de la población en diversas edades en todas partes del mundo. En la historia de la humanidad, hubo en algunos momentos enfermedades que contribuyeron a la defunción de muchas personas, como la denominada “peste negra”, que habría eliminado a un tercio de la población europea entre los siglos XIV y XV, correspondientes a la Edad media (Haindl, 2011).

Desde la perspectiva de la Demografía –que esencialmente se enfoca en la relación fecundidad, mortalidad y migración, con respecto a la cantidad, la estructura por edad y sexo y la distribución geográfica de la población–, la actual pandemia tiene relación estricta con la estructura por edades y la mortalidad de la población; asimismo, la distribución geográfica de la población y la migración son también elementos de importancia demográfica.

En primera instancia, se realiza una pincelada de las características por edad y sexo de la población de Bolivia. Según estimaciones de la División de Población de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la población actual del país alcanzaría a 11.673.029 habitantes, habiendo un relativo equilibrio entre cantidad de hombres y mujeres (por cada 1.000 mujeres habría 1.007 hombres). En el cuadro 1, se observa sintéticamente la distribución de la población boliviana por grandes grupos de edad, según área urbana y rural.

Fuente: CEPAL (2019).

 

Del cuadro anterior, se desprende que 3 de cada 10 personas corresponden a las edades menor a 15 años; que hay una mayor concentración de la población en el grupo población en edad de trabajar (PET) o fuerza de trabajo potencial, y una mínima proporción en el grupo de 65 y más años (población adulta mayor o tercera edad). Aquí hay que subrayar tres aspectos consecuentes, de importancia:

 

  • Del total de la población boliviana, el 71% reside en las denominadas áreas urbanas (centros poblados de 2.000 y más habitantes), lo cual refleja una fuerte concentración de la población en los contextos urbanos. Esta tendencia va en incremento en el tiempo venidero, según la misma fuente.
  • En la población urbana, hay una gran concentración de la PET; esto refleja y refuerza el indicador Razón urbana/rural en el grupo PET; por cada 100 personas del área rural, 279 residen en contextos urbanos (casi el triple); ocurre lo mismo, aunque en menor medida, con los otros grupos de edad.
  • Esta consideración es muy importante, la edad media de la población PET urbana alcanza a solamente 32 años de edad, lo cual quiere decir que el 50% de la PET son menores a los 32 años (a nivel nacional es de 33 años). Ratificando esta aseveración, el 58% de la PET urbana se concentra entre los 15 y 34 años, y la mitad de la población urbana total del país (8.321.791 habitantes) se concentra entre las edades de 15 a 44 años, demográficamente, adultos jóvenes. Este fenómeno se encuentra presente en todos los centros urbanos del país, y es resultado del cambio generacional de quienes eran hasta hace 10 años atrás menores a 15 años; ellos hoy son parte de la PET joven (transición demográfica). También es seguramente producto de la migración rural-urbana, fenómeno presente fundamentalmente en los centros urbanos principales del país (es posible también denominar a este fenómeno poblacional como “primavera demográfica”).

 

Demográficamente, al tipo de composición poblacional por edad boliviana y urbana se le denomina “población predominantemente joven”, por la presencia de una importante proporción de la población menor a 15 años de edad y porque la mitad de la población total tiene edades menores a los 25,6 años (edad media). El mismo indicador para el total de América Latina para este año, según la misma CEPAL, sería de 31 años, por lo que Bolivia estaría por debajo de este indicador. Comparativamente, Europa tiene una composición de “población vieja”; se estima para este año que su edad mediana alcanzará a 44 años; su población menor a los 15 años apenas alcanza al 15%. Por ejemplo, Italia asciende solamente al 13%, Bélgica (país similar en volumen poblacional al de Bolivia) llega al 17%. Contrariamente, 10 de cada 50 personas tienen 65 y más años de edad; en Italia, el 23%; en Bélgica, el 19,4%; compárese con el 7,5% que se registra en Bolivia.

En este ámbito, de acuerdo con la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, la pandemia del covid 19, desde que se ha generado y propagado desde China, tiene mucha relación con la estructura por edades de la población. En general, el covid 19 no selecciona edades, ataca a cualquier edad; en Europa, habría afectado principalmente a las edades mayores (tercera edad), ello se debe demográficamente porque el 20% o poco más de la población total se concentra en edades iguales o mayores a los 65 años; asimismo, una fuerte proporción de los contagios y fallecidos en estas edades se habría dado en los centros residenciales públicos y privados (“ancianatos”). Se estima que poco más del 50% de las defunciones habría ocurrido en estas edades[3]. A esto hay que agregar otro factor incidente, como la comorbilidad, enfermedades ligadas al ciclo y la esperanza de vida media de la población europea, que incrementó el riesgo de muerte entre las edades citadas.

En el caso boliviano, de acuerdo con la información del Ministerio de Salud[4], y otras fuentes como la del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz[5], el covid 19 es más democrático con la población, se redistribuye entre todas las edades. Sin embargo, está incidiendo más en las edades que oscilan entre los 15 y 65 años (PET), fuerza de trabajo potencial, particularmente en el grupo de 20 a 60 años, en las ciudades principales.

 


Fuente: Elaborado con base en el Observatorio Covid del GAMLP (http://observatoriocovid19.lapaz.bo/)

 

Como el caso del Municipio de La Paz, cuyo gráfico refleja lo señalado, hay una gran proporción de infectados desde los 20 años; disminuye luego desde los 60, con un gran porcentaje (poco más del 26%) entre los 30 y 39 años de edad. Como se verá, la población por edad infectada descrita, se asimila a la distribución de la población por edades señalada más arriba. Puede entonces aseverarse que es la población potencialmente activa la que se está contagiando más, precisamente por la gran presencia o proporción de población en esas edades existentes particularmente en las ciudades principales del país, población parte de la “actividad económica informal”.

Afirmar que la enfermedad del covid 19 está afectando preponderantemente al grupo en edad de trabajar es muy importante, por diversas razones sociales, económicas, culturales, geográficas y políticas: a) por las condiciones sociales y la calidad de vida de ese grupo de población que reside particularmente en los espacios periféricos de las ciudades; b) porque, por la falta de empleo en una economía formalizada, gran parte del grupo de la PET (aproximadamente 70%, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, CEDLA) participa de la actividad económica “informal” en un contexto económico adverso, practicando principalmente la economía de calle, el comercio y las actividades de servicio informal; c) porque esta población, al estar en la calle, participa de los agrupamientos de personas, ferias, mercados, etc.; d) por los modos de vida y las pautas culturales estandarizadas; e) por los eventos de protesta por demandas sociales o por acciones colectivas relativas a la cultura política particular boliviana, especialmente en esta etapa coyuntural electoral (es el caso de La Paz). Todas estas situaciones, al final, señalan a esta población como la portadora potencial del virus y a la vez responsable de contagiar al grupo familiar, al estar en constante desplazamiento por las calles de la ciudad y al estar saliendo y entrando a su casa.

Entonces, se diría que este grupo de población, fundamentalmente por su importancia demográfica en la ciudad, es el más vulnerable al posible riesgo de contagio, debido a su exposición permanente.

Bolivia, desde el punto de vista de la distribución geográfica de su población, es considerada dominantemente urbana, es decir, con dominancia de asentamientos de dos mil y más habitantes; asimismo, por cada 10 habitantes, poco más de 7 residen en tres departamentos (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz); de los 11.673.029 de bolivianos, casi la mitad (47,2%) reside en las tres áreas metropolitanas (manchas urbanas) más grandes emplazadas en los departamentos mencionados, que corresponden a tan solo 16 municipios (4,8%) de los 332 contabilizados por el INE. Por otra parte, a lo largo de las carreteras principales del país, se ubica un continuum de asentamientos de diversos tamaños, como los que están alrededor de la carretera Cochabamba-Santa Cruz de la Sierra. Lo que quiere señalarse con esto son dos aspectos: por un lado, hay una fuerte concentración de población en centros demográficamente urbanos, además de otras ciudades principales y secundarias; por el otro, hay un fuerte desplazamiento de la población económicamente activa, que transita de manera permanente por los centros poblados, buscando una fuente laboral o trasladando productos agrícolas y de comercio, entre otros. En este marco, la pandemia del virus encuentra un espacio de transición y transmisión geográfica a corto plazo y corta distancia. Cabe recordar que la pandemia se extendió hacia nuestro país por los desplazamientos permanentes de personas  (relativos a la migración internacional) desde Europa y desde nuestro país a diferentes lugares del mundo.

Desde la perspectiva de la mortalidad (enfoque demográfico), este es un hecho de vida que determina directamente el cambio del volumen de la población; en este caso, contribuye a la disminución de la población. Cuanto mayor es el hecho, mayor es la incidencia en el cambio del volumen, y a la inversa. En los países de Europa, los niveles de mortalidad han disminuido fuertemente; están igual o un poco más bajo que la cantidad de nacimientos. En cambio, en América Latina, y en particular en  Bolivia, los niveles de mortalidad total continúan siendo más bajos que los niveles de nacimientos, lo cual. incide fuertemente en el crecimiento vegetativo, por ende, en su crecimiento poblacional.

El INE proyecta[6] que este año en el país ocurrirían 66.760 defunciones de varones y mujeres, entre edades diversas; ello implica que en promedio sucederían por semana 1.284 fallecimientos y por día 183. Estos decesos “normalmente” están afectados por diversos factores; los especialistas señalan que pueden deberse a enfermedades no transmisibles (ENT) y a enfermedades transmisibles (ET), además de aquellos denominados “defunciones por lesiones” (accidentes y otros). La OMS señala que en el mundo en general son las ENT las que causan mayor proporción de las muertes; en los países europeos, de la misma manera, debido a que sus estructuras de población son “viejas”; estas ENT son crónicas, relativas al envejecimiento y a la morbimortalidad; si muere esa población es porque ha concluido su ciclo de vida. En cambio, en las regiones como la nuestra, aunque en el último decenio se ha incrementado las ENT, continúan teniendo importancia las ET, debido principalmente a las condiciones sociales, económicas y culturales de vida de la población.

En el ámbito de las enfermedades transmisibles, la pandemia del covid 19, relativo al síndrome respiratorio agudo grave, por su severidad, está produciendo varios fallecimientos. Hasta el 31 de julio del año en curso, de acuerdo a estimaciones de la OMS, se habrían producido 683.000 defunciones en todo el mundo; en Bolivia, habrían fallecido 2.977 personas, que no sería una cifra exacta, por haber mucho subregistro. Comparativamente, la cantidad absoluta de fallecidos por el covid 19 en el país con relación a otros países del mundo es menor, principalmente por la relativa baja cantidad de población del país. Por ejemplo, en Brasil, según la OMS, la cantidad de contagiados alcanza a 2.662.485, y han fallecido 92.475 personas; su tasa de contagio alcanzaría al 10,2 por mil, es decir, por cada 10 mil habitantes se habrían contagiado 102 personas. En cambio, en Bolivia, por cada 10 mil habitantes, se habrían contagiado 61, una proporción más baja que la de Brasil. En cuanto al número de defunciones por esta enfermedad, en Brasil, por cada mil contagiados han fallecido 38 personas, cifra muy similar a la de Bolivia, que es de 37 por cada mil contagiados.

Desde la información oficial del Ministerio de Salud, en perspectiva longitudinal e histórica, en el país, desde que se iniciaron los primeros contagios hasta el 31 de julio, en términos absolutos, la cantidad acumulada de enfermos se acrecienta; empero, desde el punto de vista relativo se observa casi una línea horizontal pero tendente levemente a la baja (Gráfico 2); casi lo mismo estaría ocurriendo con los casos de defunciones por covid 19 (Gráfico 3).

 

 

Por departamento, estaría presentándose casi la misma tendencia, salvo en algunos departamentos o ciudades, como el caso de La Paz, donde, por algunos comportamientos sociales y políticos, parece esperarse una modificación tendiente al incremento de casos de contagio y defunción. Actualmente, es el departamento de Pando el que tiene la Tasa de Letalidad Específica más alta del país (relación defunciones respecto a enfermos), por cada 100 enfermos han fallecido 8,6 personas; porcentaje también superior a muchos contextos internacionales.

Según el INE, se estima (se decía más arriba) que este año regularmente fallezcan 66.760 personas (número un poco inferior al del pasado año) por diversas causas, estimándose por semana en promedio 1.284 fallecimientos. Empero, por el covid 19, se están registrando defunciones a diario, inclusive se ha hallado fallecidos en vía pública. Empero, es necesario señalar que los casos de contagiados y defunciones, desde los números relativos, tiende a bajar levemente a lo largo de las semanas venideras, influyendo en la ralentización del ritmo de incremento en números absolutos.

De entre las defunciones, por sexo, hay más fallecidos entre los hombres que entre las mujeres. Por ejemplo, en el municipio de La Paz, por cada 10 mujeres están falleciendo poco más de 30 hombres; y, por edad, aproximadamente el 80% o más de los casos se presentan entre los 50 y más años; de entre los últimos, por cada 4 fallecidos 3 son del sexo masculino. Aquí hay que tomar en cuenta que la esperanza de vida al nacer de la población boliviana (según la CEPAL) sería de 71 años, a diferencia de Europa, que es de 81 años; ello permite afirmar que en Bolivia están falleciendo personas de menor edad en relación a la de Europa.

Las defunciones por el covid 19, demográficamente, pueden comprenderse desde dos aspectos. El primero es la presencia de una sobremortalidad (plus de defunciones) que, para fines de año, haciendo un ejercicio, se estima sobrepasará el 10% con respecto a la cantidad de defunciones regulares estimadas por el INE. El segundo es que aproximadamente en la última semana del mes de septiembre se alcanzaría alrededor de 6.000 defunciones, representando la mitad con respecto a la cantidad estimada por el INE (1.284 casos estimados) para la semana referida.

Se calcula que los niveles de mortalidad por causa del covid 19 en el país, por la sobremortalidad mencionada, influirán negativamente en poco más del 10% en el crecimiento vegetativo total estimado de la población del presente año; en cambio la cantidad de nacimientos (248.215 proyectados por el propio INE) continuará contribuyendo al crecimiento de la población. En síntesis, por este año, el crecimiento de la población boliviana se ralentizará, con respecto al pasado año.

 

A modo de conclusiones:

El grupo de población más vulnerable al riesgo de contagio del covid 19 es el denominado población en edad de trabajar, por dos grandes elementos combinados: a) por tener una representación proporcional fuerte con relación a los otros y, b) por razones, como las sociales, económicas, culturales, geográficas y políticas (este último en la actual coyuntura electoral).

La concentración de la población (primordialmente la población en edad de trabajar) en las tres áreas metropolitanas principales del país y los traslados permanentes, así como el continuum de asentamientos generan un espacio de transición y transmisión geográfica viral a corto plazo y corta distancia.

Los desplazamientos de la población (relativos a la migración interna e internacional) tienen alta importancia en la transición y transmisión del covid 19 en cualquier lugar del país y del mundo.

Los fallecimientos se están produciendo dominantemente entre la población denominada de tercera edad; pero “jóvenes” (incluyendo a los del decenio 50 a 59 años), a diferencia de Europa, donde los fallecimientos se han dado preponderantemente arriba de los 70 años.

Los fallecimientos por el covid 19 generarán, para este año, una sobremortalidad que de manera relativa influyen negativamente en el crecimiento vegetativo de la población boliviana.

En demografía y en estadística, no es necesario fijarse tanto en los números, como en la(s) tendencia(s) que los expresan y las connotaciones sociales y económicas que conllevan.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (2019). América Latina y el Caribe: Estimaciones y proyecciones de población”. En Comisión Económica para América Latina. Recuperado de

https://www.cepal.org/es/temas/proyecciones-demograficas/estimaciones-proyecciones-poblacion-total-urbana-rural-economicamente-activa

 

Deutsche Welle (DW) (23 de abril de 2020).” OMS: más de un 50 % de las muertes por COVID en Europa fueron en geriátricos”. En Deutsche Welle. Recuperado de  https://www.dw.com/es/oms-m%C3%A1s-de-un-50-de-las-muertes-por-covid-en-europa-fueron-en-geri%C3%A1tricos/a-53220299

 

Haindl U., Ana Luisa (2011). La Peste negra. En Wordpress. Recuperado de http://edadmedia.cl/wordpress/wp-content/uploads/2011/04/LaPesteNegra.pdf

 

[1] Este artículo fue escrito en el marco de la emergencia sanitaria provocada por el covid 19. Busca orientar algunos aspectos relativos a las características globales de nuestra población y su relación con la pandemia del covid 19.

[2] Sociólogo, especialista en temas de población y desarrollo y gestión de políticas públicas y sociales. Profesor titular de la materia de Demografía en la Carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés. Fue director de la Carrera entre 2014 y 2020. E-mail: rojasalvarez2404@gmail.com

[3] Así lo señaló el Director para Europa de la OMS, Hans Kluge (Deutsche Welle, DW, 23 de abril de 2020).

[5] http://observatoriocovid19.lapaz.bo/observatorio/index.php

[6] Bolivia: Proyecciones de población total e indicadores demográficos 2012-2020. www.ine.gob.bo