PROYECTOS CONCLUIDOS

Título
Cuidados familiares y colectivos en movilidad transnacional a espacios rurales de Chile desde ámbitos urbanos, periurbanos y rurales
Investigador(es)

 

Investigadores: Alfonso Hinojosa (IDIS UMSA), Nanette Liberona (UTA) y Pía Perez (UTA)

El proyecto “Cuidados familiares y colectivos en movilidad transnacional a espacios rurales desde ámbitos urbanos, periurbanos y rurales” ganó la convocatoria “Cuidados en contextos de ruralidad en América Latina y el Caribe” lanzada por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en alianza con ONU Mujeres.

La investigación, entre los meses de agosto a diciembre del año 2024, realizó un estudio comparativo de la organización social del cuidado en contextos rurales de los valles agrícolas del norte de Chile (región de Arica y Parinacota) y de localidades agrícolas de la zona central (región Metropolitana), donde se insertan trabajadores/ras temporeras migrantes, principalmente bolivianas. Este estudio da continuidad a la investigación realizada por Alfonso Hinojosa en el IDIS en 2023 sobre los “Circuitos migratorios laborales de bolivianos en Chile. Movilidad, fronteras y políticas”.

La investigación se llevó a cabo mediante un enfoque etnográfico y colaborativo. La primera etapa del proceso utilizó métodos tradicionales de la etnografía, como conversaciones informales, entrevistas y observación participante en el marco de un taller. Se realizaron entrevistas con 14 personas adultas (6 mujeres y 8 hombres), de las cuales 12 eran migrantes (6 mujeres y 3 hombres migrantes bolivianos, 1 haitiano y 1 haitiana) y 4 profesionales funcionarios del ámbito de salud y municipalidad.

Entre los principales hallazgos está que la migración boliviana, en particular, ha crecido significativamente en las últimas décadas, avanzando desde el norte hacia el centro y sur de Chile, siguiendo las cosechas agrícolas. Melipilla y sus alrededores se han convertido en un nodo clave para la concentración y distribución de mano de obra migrante, especialmente boliviana, en la producción frutícola de exportación. En ese sector, las mujeres migrantes, además de trabajar como temporeras, se dedican al comercio ambulante, vendiendo alimentos tradicionales bolivianos y productos de seguridad necesarios para el trabajo agrícola. Estas mujeres, inicialmente atraídas por el trabajo agrícola, se ven impulsadas a emprender el comercio ambulante debido al nacimiento de sus hijos.

Todas las mujeres entrevistadas expresaron la necesidad de apoyo para el cuidado de sus hijos pequeños, pero no tenían acceso a instituciones de cuidado infantil ni confiaban en el cuidado de terceros. Para satisfacer esta necesidad, dependen principalmente de familiares cercanos, como hermanas menores, abuelas o esposos e hijos, quienes no reciben remuneración por su trabajo de cuidado. Las jornadas laborales en la agroindustria son largas (12 a 14 horas) y, dado que los predios agrícolas están alejados, también deben cubrir los gastos de viaje y estadía, lo que dificulta obtener este apoyo y esto las inclina a optar por otros rubros dentro de los mismos espacios y territorios rurales.

En ambos territorios surgen “circuitos económicos populares” que brindan servicios a la mano de obra presente en esas áreas. Estos circuitos se caracterizan por el control físico de los espacios laborales y comerciales a través de lazos familiares, así como por una flexibilidad notable, que se basa en la diversificación de actividades, la movilidad geográfica y el uso de redes de parentesco amplias, conectadas con diversos contactos socioeconómicos.

El principal desafío para las mujeres migrantes radica en las dificultades para acceder a la regularización migratoria, lo que les impide obtener contratos de trabajo y acceder a derechos sociales, políticos y económicos. Esto afecta directamente la organización de los cuidados, ya que no pueden acceder a ciertos servicios públicos como jardines infantiles, debido a la falta de cupos, ni a servicios de salud terciarios. Además, la informalidad laboral está vinculada a salarios más bajos, lo que les impide acceder a servicios de cuidado privados. La irregularidad migratoria también restringe la movilidad transnacional, ya que circular sin documentos es riesgoso y limita el acceso al apoyo comunitario y familiar en sus países de origen.