INVESTIGACIONES CONCLUIDAS

Título
Investigaciones 2021
Investigador(es)

Las leyes son solo para las mujeres: violencia y acoso político a varones y mujeres concejales durante las gestiones 2015 al 2021 en el departamento de La Paz

Magaly Quispe Yujra
Auxiliar de investigación: Teresa Oropeza
Asistentes: Mayra J. Ari Condori y Mabel Poma Cortez

La investigación discute sobre la aplicación de la Ley 243 de Violencia y Acoso Político (2013) a partir del testimonio de un grupo de 73 autoridades del departamento de La Paz, identificadas como víctimas y denunciantes. Previamente, se realizó un análisis del estado de sus causas o procesos con copia radicada en la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de La Paz (ACOLAPAZ) y el desarrollo de un análisis comparado de varones y mujeres denunciantes. La investigación emplea literatura sociológica regional y nacional alrededor de la violencia, el género, el poder y el mandato de masculinidad. Se apoya en una metodología de corte cualitativo y etnográfico y emplea historias de vida para la exposición de los testimonios recogidos por autoridades municipales que cumplieron mandato durante el periodo 2015-2021 (extendido por la pandemia del covid-19).

Entre los principales resultados de la investigación, precisamos, en coincidencia con los aportes de Krook y Restrepo Sanín (2016), que el acoso y la violencia política no solamente se manifiesta hacia las mujeres por el hecho de ser mujeres, sino que también se lleva a cabo hacia los varones, siguiendo las mismas manifestaciones y tipos de violencia establecidos por la Ley 243. Sin embargo, no se cuenta con mecanismos de denuncia para los varones y, a pesar de que se han elaborado mecanismos y normativas que buscan eliminar la violencia y acoso contra las mujeres en el ámbito político, se presenta una serie de obstáculos que limitan su aplicación e imposibilitan el cumplimiento de los objetivos de dicha norma.

Debido a esto, se recomiendan transformaciones en los procesos de atención y tratamiento a las denuncia de violencia y acoso político, que generen espacios eficientes e instancias especializadas en su atención, además de la ampliación del criterio de recepción a la denuncia para la población masculina. La investigación plantea también la necesidad de llevar a cabo reflexiones sobre los avances del proyecto de democracia paritaria, aplicado al caso local, destacando criterios de diferencia y exclusión social que acentúan el problema sobre poblaciones racializadas.

 

Magaly Quispe Yujra  es socióloga (Universidad Mayor de San Andrés). Ha realzado diplomados en Educación Superior, Justicia Restaurativa y Educación en contextos de encierro: es egresada de la Maestría en Educación Superior  de la Universidad Pública de El Alto. Líneas de investigación: violencia en diferentes entornos, temas penitenciarios, criminológicos y educativos en diferentes contextos. Principales publicaciones: "Estuve desnudo y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí", (Temas Sociales, 40, 2017). “Experiencias desde el Programa Alternativas a la Violencia”, “Violencia en etapa de enamoramiento” (La Migraña). “Los marginados de los marginados: violencia y moralidad por delitos socialmente condenados” (Temas Sociales, 45, 2019). “Las cárceles: ¿una bomba de tiempo?”, en coautoría con Alison Spedding y Gabriela Reyes (Mamahuaco-IDIS, 2021) y “PAV por correspondencia nivel básico” (PAV-Bolivia).

E-mail: magycita1986@gmail.com

 

 

Desigualdades sociales y apropiación digital: Provocaciones para una educación virtual en colegios fiscales de la ciudad de La Paz

Mircko Vera Zegarra
Asistentes de investigación: Roxana Quispe Quispe, Tatiana Villca Paco, Kurmy Fernández Reynaga, Natalia Heredia

 

Se trata de una investigación sobre la apropiación digital y los obstáculos que la educación virtual -en el contexto de la pandemia de COVID-19 y en lo que nos depara después de ella-, enfrenta como producto de las desigualdades sociales. Para examinar tal situación, se trabajó con 16 colegios fiscales de la ciudad de La Paz, recurriendo tanto a instrumentos cuantitativos y cualitativos: se aplicó encuestas y realizó grupos focales sobre 840 estudiantes de 5° y 6° de secundaria y 64 profesores, y también se realizó entrevistas a 42 estudiantes y sus familias, 7 profesores y dos directores. De este trabajo se logró establecer que la educación virtual no solamente enfrenta el problema de la carencia material que atraviesan muchos estudiantes y también los establecimientos educativos, sino que los llamados “nativos digitales” y toda la comunidad educativa tienen dificultades para lograr apropiarse completamente de la tecnología digital educativa y de las políticas en educación debido a desigualdades sociales más profundas que la sola tenencia de un dispositivo y conectividad no pueden resolver. 

Al estar la educación virtual en boca de toda la población, constantemente de todos lados se escuchan diferentes opiniones que quieren interpretarla, sopesarla y hasta predecirla, y lastimosamente es difícil proponer acciones institucionales efectivas a partir especulaciones. Bajo ese estado del conocimiento sobre la situación, la investigación que se realizó no pretendió establecer ninguna hipótesis para someterla a prueba y, más bien, por el enfoque cualitativo que tuvo, la finalidad más bien fue el descubrimiento.

Esta pesquisa se centró sobre el capital cultural de origen y se evaluó la situación previa a la aplicación de la educación virtual implantada tras la pandemia de COVID-19, para lo cual se recurrió a los mencionados talleres a través de los cuales se logró establecer la relación que tienen con los dispositivos digitales. Estos dos componentes permitieron analizar la recepción de las políticas institucionales (Ministerio de Educación, Dirección Distrital, Dirección de Colegio) para la educación virtual, tanto en estudiantes como profesores y analizar el proceso de asimilación y uso de las TIC en relación al contexto socioeconómico de estudiantes y profesores.

En el momento en que esta investigación llegó a su fin, ya se estuvo gestando el retorno a las clases presenciales luego de campañas de vacunación y medidas para evitar que haya brotes de contagios entre la población estudiantil. Sea como como fuera el regreso a las aulas, la educación no podrá ser la misma -a menos que todos nos neguemos a ver lo evidente-, porque la experiencia vivida con la pandemia difícilmente no va a olvidarse y los maestros y estudiantes no podrán renunciar y dejar atrás el uso de dispositivos digitales e internet. Esto nos obliga a aprender de nuestros errores. No es posible hablar de reducción de la brecha digital o de revolución tecnológica en los colegios si no se establece un sistema de infraestructura y mantenimiento permanente, si no se incluye formalmente personal técnico y docente para la materia de computación que integren al resto de maestros y asignaturas, y si no se aborda la cuestión de las desigualdades sociales de origen.

Los datos revelaron que existen una pequeña porción de la población estudiada que no dispone del equipamiento tecnológico y/o acceso a internet óptimos para participar favorablemente de la educación virtual, pero incluso aquellas personas que sí cuentan con todo aquello (que son además la mayoría) pueden no tener garantizado un buen desempeño, puesto que son dichas desigualdades impuestas por el origen social las que revelan que no todos pueden sacar el mismo provecho de las TIC. Es verdad que nuestros “nativos digitales”, por su temprana familiaridad a la tecnología, pueden lograr un manejo intuitivo de la misma, pero no todos poseen conocimientos y destrezas cualificadas para la educación ni todos tienen la misma fluidez para encarar nuevos retos de aprendizaje. Según el origen social: mientras las TIC son para algunos estudiantes una herramienta para ampliar sus conocimientos y mejorar su rendimiento académico, para otros es un elemento distractor que les aleja de ella y del estudio en general. Mientras las políticas sociales y educativas no contemplen estas desigualdades de origen, el mero asistencialismo y la idealización tecnológica -que mágicamente nos transformará con su sola presencia- no son suficientes para aprovechar de la tecnología. De hecho, enfocarse solamente en la cuestión material dotando de equipos y “megas” puede más bien a aumentar las desigualdades.

 

Mircko Vera Zegarra es sociólogo (Universidad Mayor de San Andrés). Cursó la Maestría en Desarrollo Social en el CIDES-UMSA. Es doctorante en Ciencias del Desarrollo: Economía, Sociedad y Globalización (CIDES-UMSA). Líneas de investigación: sociología del trabajo, género, sociología de la educación, desigualdades sociales, sociología y antropología de la alimentación. Docente de la carrera de Sociología de la UMSA y de postgrado. Algunas publicaciones: “Crónica de un destino anunciado: Trayectorias laborales de Comideras en un Macrodistrito Paceño” (Temas Sociales 44; 2019), “Die prekäre Eingliederung in den Arbeitsmarkt” [La precaria inserción al mercado laboral] (Revista Monatsblatt, 2015), “Dime qué desechas y te diré quién eres: Apuntes para una sociología de la basura” (en Medioambiente y sociedad en las ciudades de Bolivia, 2010).

E-mail: mavera5@umsa.bo

 

 

Pensando lo global desde las economías populares: cadenas de suministro y circuitos populares globales en la articulación socioeconómica entre China y Bolivia

Nico Tassi
Auxiliar: Tatiana Soledad Calle Flores
Estudiantes que han participado en la investigación: Arleth Escobar, Mayerlin Zapata Cruz, Mónica Villaroel Flores, Samira Valencia, Huáscar Piérola, Tania Jiménez Cala

La investigación se propone estudiar las articulaciones, los circuitos y las cadenas de suministro globales que se han ido desarrollando entre China y Bolivia a partir de actores económicos populares e informales en el intento de entender tanto el proceso de expansión de las dinámicas de las economías informales y populares en clave global como las modalidades de participación en lo global de estos actores.

 

La investigación se desarrolló entre febrero y noviembre de 2021. Se utilizó una metodología cualitativa fundamentada, en una primera fase, en la realización entrevistas en profundidad abordadas a lo largo de múltiples sesiones y centradas en la recopilación de las trayectorias de emprendedores populares bolivianos, enfocando los vínculos que han ido tejiendo con productores de ultramar, así como también con una variedad de actores y espacios globales. En la segunda fase, utilizamos preguntas más específicas que nos permitan entender no solo a los actores y grupos con quienes se relacionan en China sino también los flujos, los lugares de producción, los puertos, espacios de tránsito y mercados de destino que nos permitan identificar los alcances y formas de operar de sus circuitos y cadenas de distribución.

 

Uno de los procesos más interesantes que la investigación devela es la sincronización del sistema productivo y comercial chino, altamente fragmentado en millones de pequeñas empresas, organizado en distritos productivos rurales especializados y con una elevada flexibilidad y capacidad de readaptación, con las exigencias de importadores populares bolivianos que a menudo operaban en mercados de demandas pequeñas, heterogéneas y diferenciadas pero además altamente cambiantes. Este tipo de demandas a las cuales las grandes marcas y multinacionales no habían prestado mucha atención empezaban a encontrar una recepción novedosa entre unos talleres y pequeñas fábricas chinas que no desdeñaban los mercados de bajo valor y las demandas en pequeños volúmenes.

Estos procesos iban cristalizando un tipo de cadenas globales de mercancías emergentes que se fundamentan en una sincronización directa de empresas familiares chinas y bolivianas, generando unas interconexiones translocales que van desde regiones rurales chinas hasta diásporas de migrantes en Europa o Asia a los mercados populares de la región. Las cadenas globales de mercancías a menudo se las ha concebido como centradas en grandes empresas multinacionales que definen la distribución y el desarrollo del producto y descargan una serie de tareas secundarias y subpagadas en los hombros de unas empresas pequeñas locales. Sin embargo, los circuitos globales chino-bolivianos que estudiamos empiezan a prescindir del rol paternalista de la gran empresa multinacional para empezar a tejer conexiones y estrategias de participación de forma directa y no mediada en la economía global.

 

Estas alianzas chino-bolivianas se fundamentan en prácticas de compadrazgo, vínculos matrimoniales así como la participación en actividades sociales como cumpleaños, matrimonios, fiestas religiosas, que garantizaba el acceso del emprendedor boliviano a una serie de información económica sobre proveedores, mercados, precios, rubros de mayor y menor calidad. Además, estos vínculos globales entre pequeñas empresas agilizan la incursión de actores populares en los espacios e infraestructuras de la globalización desde las empresas de expedición hasta las zonas francas, desde la logística hasta los puertos, empezando a producir procesos importantes de reconfiguración de lo global. Esto posibilita una paulatina readaptación de los volúmenes, de las formas de operación y de las rutas de la globalización a estos actores populares globales interconectados.

 

Nico Tassi es licenciado en Sociología (Universidad “La Sapienza”, Roma) y doctor en Antropología Social (Universidad de Londres, UCL). Actualmente es docente en la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés. Ha dedicado gran parte de su trabajo de investigación a los sectores populares urbanos, enfocándose en su relación con la modernidad, el estado y el mercado. Es autor de varios libros y artículos sobre temas de religión y cultura material, política y economía popular. Sus últimas publicaciones incluyen: Hacer plata sin plata: el desborde de los comerciantes populares en Bolivia (PIEB, 2013; coautor); The Native World-System: An Ethnography of Bolivian Aymara Traders in the Global Economy (Oxford University Press, 2017); “Una pata en la chacra y una en el mercado”: multiactividad y reconfiguración rural en La Paz (Cides-Umsa, 2019); Anthropologies of Revolution: Forging Time, People and Worlds (University of California Press, 2020; coautor).

E-mail: altoplanico@gmail.com

 

Orientaciones de la sociología boliviana
Oscar Vargas del Carpio Ribert

El objetivo de la investigación consistió en realizar un diagnóstico de las orientaciones actuales de la sociología en el país, tocando aspectos referidos a las condiciones de la producción social del conocimiento.  Para esto, se recurrió a una revisión bibliográfica de las principales producciones en el campo y se realizó entrevistas a expertos en distintas áreas de especialidad de la disciplina.  El tiempo de ejecución del proyecto en términos reales fue de cinco meses. Los principales resultados de las reflexiones suscitadas fueron los siguientes:

a) Uno de los aspectos que se abordó en la investigación fue la relación entre la producción del conocimiento social y las condiciones sociales.  Se analizó dos tipos de crisis: las llamadas crisis sociales y las de representación.  En cuanto a las primeras, se pudo establecer que si bien existe una asociación con la producción del conocimiento, ésta no necesariamente deriva en un conocimiento más profundo de la realidad social, sino que existen instituciones que permitan vincular ambos fenómenos.  En cuanto al segundo tipo de crisis –de representación–, se entiende por ésta una situación donde la realidad social no puede ser adecuadamente representada a nivel conceptual, se llegó a la conclusión de que los conceptos y teorías en ciencias sociales requieren cada vez más un mayor esfuerzo de reformulación a adecuación conceptual.    

b) Una excesiva orientación microsociológica y descriptiva en la producción actual.  La mayoría de los entrevistados coincidieron en afirmar que en la actualidad existe una excesiva orientación hacia las investigaciones de carácter microsociológico. Este tipo de investigaciones no son negativas en sí mismas, se tornan en tales, cuando no hay un proceso de contextualización de los hallazgos. Lo microsocial ,cuando es leído dentro de lo que Zavaleta llamaba la “totalidad social”, es donde adquiere su auténtica significación.  Por otra parte, se pudo apreciar que los estudios microsociológicos, cuando no hay un enfoque teórico que los oriente, corren el riesgo de caer en simples descripciones de determinada parcialidad de la realidad social, dejando de lado los condicionamientos estructurales de los cuales no son más que su expresión.  Para evitar este inconveniente, se hacen necesario procedimientos de comparación que permitan establecer determinadas regularidades de proceso que ofrezcan una visión de totalidad.

c) Utilización de diversos enfoques teóricos y ausencia de una perspectiva crítica de los mismos. Es una idea coincidente que, en el caso de la sociología boliviana, hubo momentos de primacía de determinados enfoques teóricos.  Muchos sociólogos han afirmado que durante los años setenta y ochenta había una hegemonía del marxismo positivizado proveniente de la Unión Soviética. 

d) Ausencia de una orientación de la sociología del desarrollo. La sociología en cuanto disciplina surgió en sus inicios como una forma de resolver los problemas sociales emergentes de las transformaciones económicas ocurridas en Europa en el siglo XVIII.  En el caso de la sociología boliviana, parecería que esta inicial orientación ha sido abandonada. 

e) La sociología a futuro.  La actual coyuntura abre la posibilidad de la incorporación de nuevas temáticas de investigación tales como las referidas al teatro, la música, el medio ambiente, la plurinacionalidad,la  interculturalidad, el derecho a la diferencia, los pueblos originarios, etcétera.

f) En la coyuntura actual es muy preocupante la situación de la investigación social en general y de la sociología en especial.  El Estado está tratando de monopolizar los recursos provenientes de instituciones extranjeras al mismo tiempo que construye una direccionalidad única en términos investigativos.  Si en el pasado instituciones como el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) y la Fundación TIERRA lograban captar ciertos recursos, lo que les otorgaba una cierta independencia temática, en la actualidad es el Estado el que pretende hegemonizar la investigación.

 

Oscar Vargas del Carpio Ribert es sociólogo de la Universidad Mayor de San Andrés. Mgs. en Ciencias Políticas (FLACSO, Ecuador), PhD(c) en Ciencias del Desarrollo (CIDES, UMSA). Es docente emérito de la Carrera de Sociología de la UMSA. Líneas de investigación: teoría social, teoría social latinoamericana, comportamiento electoral, representaciones políticas. Publicaciones: El Reférendum en Bolivia (CNE, 2004); Percepciones políticas y comportamiento electoral, 2011. Vargas, Oscar y Joaquín Saravia (2010). Percepciones políticas y comportamiento electoral (Instituto de Investigaciones Sociológicas “Mauricio Lefebvre”, IDIS, 2010).

E-mail: ovargascrib@hotmail.com

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