INVESTIGACIONES CONCLUIDAS

Título
Investigaciones 2022
Investigador(es)

El esquema de clases sociales en Bolivia
Eduardo Paz Gonzales

Auxiliar: Natalia Zelada Espejo

 

La investigación “Hacia un modelo de estructura de clases sociales en Bolivia” ­‑que luego se rebautizó como “El esquema de clases sociales en Bolivia”- buscó generar los criterios teóricos y empíricos que permitan trazar las diferencias entre las clases sociales en el país.  Como resultado de este esfuerzo, la investigación propone un esquema de clases sociales compuesto por ocho grupos: burguesía, pequeña burguesía empresarial, pequeña burguesía cultural, clase ejecutiva, campesinos, trabajadores expertos, trabajadores protegidos y trabajadores precarios.

La investigación partió de una pregunta central: ¿Cómo se configura actualmente la estructura de clases sociales en Bolivia tomando en cuenta las clasificaciones de ocupación, la situación laboral y el logro educativo de los individuos encuestados por la Encuesta Nacional de Hogares 2019 del INE? Para poder responder a esta pregunta general fue preciso delinear un recorrido de problemas más específicos abordados para acopiar evidencia. Esto se desagrega en tres ejes temáticos con los siguientes objetivos y preguntas.   

El primer objetivo fue describir estadísticamente el mercado de trabajo a partir de variables como los grupos ocupacionales, la situación del empleo, el nivel educativo, el ingreso del trabajo de la empresa y otros que son significativos. El segundo objetivo fue establecer criterios teóricos y conceptuales fundamentados que permitan la agregación de los datos estadísticos para un esquema de clases comprensivo de la sociedad boliviana. El tercer objetivo fue relacionar la evidencia y el análisis estadístico con el contenido sociohistórico que conforma la literatura boliviana sobre clases sociales.

La tarea de producir un esquema de clases sociales para la sociedad boliviana debe tomar una perspectiva general. La riqueza y precisión de los datos localizados que se producen con perspectivas cualitativas no alcanzan para la reconstrucción del todo. Fue menester tomar una fuente que permita arrojar una mirada de conjunto y se la encontró en la Encuesta Nacional de Hogares de 2019 -la más reciente y disponible cuando este estudio inició-.

Entre los resultados del estudio hay que destacar la identificación de las variables en el mercado de trabajo que a la vez que tienen sustento teórico se apoyan en los datos estadísticos que muestran perfiles de grupos significativos. El grupo ocupacional como el conjunto de tareas que un actor desempeña supone igualmente relaciones. Por un lado las relaciones vivas que el actor en cuestión sostiene: si es una directora o gerente de empresa se deduce que está a cargo de tomar decisiones que afectan sobre las condiciones en las que los dirigidos realizan su trabajo. Si es un vendedor callejero, igualmente se sabe que se relaciona con un público potencialmente consumidor de los artículos que ofrece. Un auxiliar de enfermería ocupa, justamente, un lugar en una jerarquía hospitalaria. Podría argüirse que estas relaciones subyacentes al grupo ocupacional son más bien opacas o no pueden reconstruirse para cada categoría ocupacional del mismo modo. Sin embargo, sin ocupar esas relaciones supuestas el lugar determinante en el análisis, sí son deducciones relativas a algo más importante: el hecho de las consideraciones realizadas dentro del mercado de trabajo por actores allí situados sobre qué tareas pueden otros actores realizar. Como consecuencia de cómo uno es valorado en el mercado de trabajo, es contratado, puede contratar o debe asumir riesgos por sí mismo.

Por otro lado, el grupo ocupacional es indicativo del resultado de relaciones sociales pasadas. Entre estas relaciones sociales se encuentra muy preponderantemente una relación con la institución escolar. La misma clasificación de la OIT se construye a partir de la consideración de que ciertas ocupaciones demandan ciertas credenciales escolares. Si bien en el manejo pormenorizado se encuentran casos en los que la educación no se condice con el grupo ocupacional, la gran mayoría de casos sí lo hace. La variable del nivel educativo detallado ha sido incluida en la construcción del análisis de correspondencia múltiple y la distribución de los puntos en el espacio social sigue los puntos de las clases sociales propuestas.

Eduardo Paz Gonzales es doctor en ciencias sociales con especialidad en sociología por El Colegio de México, maestro en desarrollo social por el CIDES y licenciado en sociología de la UMSA. Docente universitario e investigador. Ha sido director del Centro de Investigaciones Sociales / Biblioteca del Bicentenario de Bolivia así como jefe de investigación y desarrollo de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional. Ha publicado, junto a Sergio Ramírez, el libro Los nietos del proletariado urbano, un estudio sobre movilidad social intergeneracional, además de artículos y capítulos de libros en Bolivia, Argentina, México, Chile y España.

 

 

“Mi vida ya no era mi vida”. Trayectorias de victimización y resiliencia de mujeres víctimas de intento de feminicidio en las ciudades de La Paz y El Alto (2014-2021)
Marlene Choque Aldana

Auxiliar de investigación: Tatiana Calle

Asistente de investigación: Paola Tusco

 

La investigación priorizó la identificación de los factores circunstanciales, personales, relaciones personales y apoyo de organizaciones e instituciones que contribuyeron a que mujeres que fueron víctimas de intento de feminicidio íntimo se alejen efectivamente de sus agresores y continúen con sus vidas en las ciudades de La Paz y El Alto, en el período 2014-2021. Se plantearon tres objetivos específicos: 1) Reconstruir la biografía de las mujeres víctimas enfatizando los hitos de cambio (turning points) relacionados con su autonomía personal y sus relaciones de pareja; 2) Reconstruir la dinámica de las experiencias de violencia de pareja y violencia feminicida; y 3) Identificar las relaciones personales, redes de apoyos de organizaciones e instituciones, las circunstancias y decisiones personales que contribuyeron a salir y “romper” los círculos de violencia.

Se trata de una investigación sociológica, predominantemente cualitativa; a través de entrevistas biográficas, da cuenta de las trayectorias de violencia y resiliencia de las víctimas sobrevivientes de intentos de feminicidio sucedidos en las ciudades de La Paz y El Alto. Se centró en los feminicidios íntimos, los más numerosos en Bolivia, que permiten analizar la dinámica de la violencia en las relaciones de pareja, cómo se van modificando los posicionamientos de sus miembros, cómo los “protectores” se convierten en agresores y cómo las mujeres se convierten en víctimas.

El enfoque adoptado entiende la violencia feminicida como proceso. A diferencia del análisis de los feminicidios como hechos puntuales y consumados, permite adoptar una mirada procesual para estudiar el continuum de la violencia, donde las agresiones se van reiterando e intensificando y adoptando la forma de vórtices de violencia. En las sucesivas iteraciones, los agresores afianzan su sentimiento de propiedad sobre las mujeres y su certeza de que permanecerán impunes, mientras que las víctimas pierden paulatinamente su autonomía. El proceso, en general, es una escalada en que se ubican los ciclos, cada vez más frecuentes y violentos.

 

Principales hallazgos

La violencia feminicida en Bolivia es un fenómeno generalizado y naturalizado. Se presenta en todos los sectores sociales y niveles educativos. Si bien las mujeres con autonomía económica contarían aparentemente con más recursos (económicos, sociales, de información e institucionales), esto no les asegura que, cuando “ingresan” en una dinámica de violencia prolongada y en escalada, puedan tener la capacidad de acción (agency) para tomar decisiones oportunas y poder salir de los círculos de violencia, recuperar su autonomía y proyectos de vida.

La resiliencia es un proceso que implica la restauración o recuperación del control por parte de las víctimas sobrevivientes, de los recursos que fueron perdiendo en las trayectorias de violencia. Buscan mantener o recobrar objetos, situaciones laborales, autoestima, recursos económicos y lazos sociales. En algunos casos, esto significa empezar de nuevo en otro lugar, lejos de la familia, amigos y de la casa, como única salida para alejarse y protegerse de las amenazas de los agresores y borrar el estigma de la agresión misma.

En este proceso, las redes familiares, sociales e institucionales tienen un rol fundamental. Los familiares, amistades, compañeras de trabajo y otras personas que están cerca de las víctimas, durante o en el momento posterior a los hechos de violencia, son claves porque están presentes para brindar apoyo económico, dar sustento y contención emocional, y pueden acompañar, cobijar y escuchar las experiencias dolorosas vividas por las sobrevivientes. El “ser escuchadas” es un proceso necesario que ayuda al proceso de reflexividad o “toma de conciencia” del proceso violento vivido.

El apoyo terapéutico también es crucial para la contención y atención a las víctimas mediante procesos especializados, sostenidos e individualizados, que les ayuden a elaborar discursiva y emocionalmente las dolorosas experiencias vividas, proceso necesario para alcanzar la resiliencia y continuar sus proyectos de vida.

Marlene Choque es Socióloga (por la UMSA), Comunicadora Social (por la Universidad Católica Boliviana), Maestra en Ciencias Sociales (por la FLACSO, México) y Candidata a Doctorada en Sociología (El Colegio de México, México). Es docente e investigadora y miembro del Grupo de Trabajo “Luchas antipatriarcales, familias, géneros, diversidades y ciudadanía” de CLACSO. Consultora en temas de género, violencia contra las mujeres, derechos y participación política de las mujeres. Tiene numerosas publicaciones en Bolivia y el exterior, entre estas: Los rostros de la violencia de género, investigación promovida  por el IDIS y publicada en 2021 junto a la Coordinadora de la Mujer.

 

 

¿Estamos preparados para afrontar una nueva crisis del agua?  Urbanización y gestión del agua en el municipio de La Paz
ctor Hugo Perales Miranda

Auxiliar de investigacn: Lilian Rosario Cruz Castillo

Asistente de investigación: Mayra Gutiérrez Choque

 

En los últimos años han sido evidentes los efectos del cambio climático por los prolongados tiempos de sequía. Esto repercute en la capacidad de almacenaje del agua en las represas que hacen posible la dotación del agua a los municipios de La Paz, El Alto, Achocalla, Viacha, Mecapaca, Palca, Laja y Pucarani a través de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS).

 

No obstante, estos aspectos de carácter hidrológico, en sí mismos, no explican los momentos críticos del abastecimiento de agua sin que se analice simultáneamente la manera cómo se produce el aprovechamiento o explotación de los recursos hídricos ni tampoco cómo se gestiona el consumo del agua disponible. También resulta relevante tomar en cuenta que ni el estado hidrológico ni las intervenciones hidráulicas son posibles de ser comprendidos sin que estos dos factores, que hacen a la oferta hídrica,  no  se  conjuguen  con  el  elemento  que  gatilla  la  demanda  o  presión  hídrica acompasada por  las  dinámicas  urbanas, estando  marcadas  estas  por  las  acciones  de  los habitantes que consumen el agua o los aspectos estructurales que marcan las formas en la que se realiza el consumo del agua, en el marco de los procesos de expansión, consolidación y densificación urbana en el que se desarrolla paralelamente la urbanización del agua. A ello se debe sumar la forma cómo es manejado este modelo de metabolismo urbano ligado al agua, esto es, la gestión del agua.

 

La investigación de referencia se realizó en 2022 y buscó analizar y reflexionar sobre las capacidades instaladas y resilientes en la satisfacción de la demanda hídrica en la urbe paceña, a partir de los desafíos que el crecimiento urbano impone a la urbanización del agua en la ciudad de La Paz. El estudio también brinda información sobre la dimensión socio-hidrológica, la disponibilidad actual y las proyecciones de oferta hídrica a partir del traslape de cuencas hidrográficas en cuenca social; caracteriza la presión y demanda social hídrica resultante del proceso de crecimiento urbano (vertical y horizontal) en La Paz, así como el consumo del agua en la urbe paceña; y analiza el modelo de gestión del agua por EPSAS, la sostenibilidad de la misma y la gestión del agua en periodos de estiaje.

 

Se ha planteado como sujetos de estudio a los pobladores de las distintas zonas urbanas de La Paz, a EPSAS, al Gobierno Municipal, a las inmobiliarias que trabajan en el área estudiada, entre otros. El levantamiento de datos se hizo a partir de entrevistas a expertos en el marco del llamado método Delphi. De la misma manera, se consultaron las bases de datos sobre acceso y consumo de agua que ofrece el INE, la AAPS y el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. Estas bases de datos y documentación oficial fueron analizadas y contrastadas con datos de objetos espaciales, a través del manejo de Google Earth y software de Sistema de Información Geográfica para determinar estudios de casos representativos.

 

Tanto el levantamiento de datos como la interpretación de los datos estasticos contemplan indicadores mínimos como el tipo de entidad prestadora del servicio de agua, tipo de acceso al agua, volumen de consumo de agua, índice de densidad demográfica. Asimismo, en la medida de su pertinencia, se emplearon datos estadísticos de medida de tendencia central y medidas de dispersión. En tanto que los datos cualitativos fueron interpretados a partir de las técnicas de análisis de discurso y de textos. También se hizo el levantamiento de datos a partir de visitas de campo a cinco áreas periurbanas: Apaña, Irpavi II, Alto Llojeta, Limanipata y Rosasani. De la misma forma, se un repaso de las zonas donde proliferan edificaciones de gran altura y se presenta, por tanto, un proceso de densificación de la urbe.

 

Toda la información documental y estadística ha sido sistematizada y procesada, en algunos casos también replicada, en cuadros y mapas temáticos en diálogo con el marco conceptual, las opiniones de los expertos e informantes entrevistados, así como un vasto registro fotográfico.

 

Víctor Hugo Perales es sociólogo y magister en gestión integral de recursos hídricos. Investigador y docente universitario. Ha realizado una diversidad de investigaciones sobre el agua, su uso y tratamiento. Entre sus publicaciones recientes están: “La gestión del agua en Bolivia: entre las economías de escala y la atomización del servicio” (2022); “Censo en Bolivia: apuntes para la construcción de un indicador de multilocalidad” (2021); “Ciudadanía corporativa y urbanización del agua en la periferia de El Alto”(2020).

 

 

Nuevos aportes a la teoría del conflicto social
Oscar Vargas del Carpio Ribert

En los estudiantes de la Carrera de Sociología existe una situación de incertidumbre respecto a la utilización de la teoría en la investigación de conflictos sociales. Esta situación es comprensible ya que la mayoría de las veces recurren a aproximaciones clásicas en el análisis de los conflictos sociales, ya sea desde una perspectiva con orientación de “clase” o “funcionalista”, cuando, en realidad, los conflictos transcurren a partir de reivindicaciones culturales, étnicas, de género o de otro tipo.  Esta situación crea una cierta disonancia entre la producción teórica utilizada y los conflictos empíricos que se quieren investigar. Existe la necesidad de orientar a los estudiantes de Sociología y de otras disciplinas sobre las potencialidades y limitaciones de los distintos enfoques. 

El objetivo que orientó el trabajo fue elaborar un documento sobre las teorías de los conflictos sociales que oriente a los estudiantes de Sociología y de otras disciplinas en sus trabajos de investigación.  También establecer las características de las teorías clásicas de los conflictos sociales: la perspectiva marxista y la funcionalista. Exponer las orientaciones centrales de las teorías llamadas por algunos, contemporáneas. Realizar una exposición de las “nuevas” teorías sobre el conflicto social. Y determinar las características de los nuevos enfoques sobre los conflictos sociales a partir de los trabajos de Nancy Fraser y Axel Honneth que introducen el debate entre luchas por el “reconocimiento” y luchas por la “distribución”.

¿Cuáles son las principales teorías desarrolladas sobre el tema de los conflictos sociales? ¿Qué aspectos de los conflictos sociales permiten visibilizar cada una de las teorías?  ¿Cuáles son los supuestos (ontológicos, metodológicos) de los que parte cada una de las teorías? ¿De qué forma analizan la dinámica de la conflictualidad social (conductista, estructural o sistémica)? ¿Se han producido recientemente nuevas formas de aproximación a los conflictos sociales? Son algunas de las preguntas que orientaron el trabajo.

En “Nuevos aportes a la teoría del conflicto social” se realiza un recuento de los distintos enfoques teóricos sobre los conflictos sociales. Se abordan los conflictos sociales desde la perspectiva funcionalista y marxista, los enfoques clásicos como los de Talcott Parsons y Neil Smelser, las teorías sobre la movilización de recursos y movimientos sociales, las orientaciones actuales de la conflictividad social, para finalmente, concluir con aproximaciones a la temática de la conflictividad en el país.

Se ha podido establecer que la permanente dinámica de la vida social, genera la necesidad de replantear la teoría de los conflictos sociales. Las diferentes modificaciones que ha sufrido la teoría sobre los conflictos sociales, se entiende a partir de profundas transformaciones sociales ocurridas a nivel global.  De igual forma, se ha podido establecer que si bien en el país existen muchos análisis sobre la temática de los conflictos sociales, estos, lastimosamente, solo transcurren con una fuerte orientación descriptiva. Esta situación es todavía más preocupante debido al lugar central que los conflictos ocupan en la vida política nacional.

Oscar Vargas es sociólogo y tiene una maestría en Ciencias Políticas. Investigador y docente emérito de la Carrera de Sociología de la UMSA. Sus líneas de investigación son: teoría social, teoría social latinoamericana, comportamiento electoral, representaciones políticas. Entre sus publicaciones figura El Reférendum en Bolivia; Percepciones políticas y comportamiento electoral.